viernes, 24 de abril de 2015

Crónica A2


El camino de Santiago ha sido una experiencia que nos ha hecho cambiar la forma de pensar, también nos ha unido como clase, y hemos aprendido que ayudándonos podemos llegar a cualquier lugar.





El primer día, todos estábamos muy nerviosos y con muchas ganas de empezar esta experiencia inolvidable. Nos reunimos antes de salir en la capilla donde empezamos la experiencia antes de partir. En Sarria estábamos un poco descolocados, cómo en otro ambiente, pero aún así con mucha energía por comenzar.

El segundo día empezamos "a tope" la primera etapa de Sarria a Portomarín y teníamos muchas ganas de andar pese a la lluvia y a la mochila. Además, lo de levantarse a las 6:30 nos parecía un poco extraño. Cuando llegamos a Portomarín y tuvimos que descansar muchos chicos tenían fuerzas para jugar un partido de fútbol y la gente en general para dar paseos y hacer entrevistas.

El tercer día era una etapa bastante cansada comparada con la del día anterior. Llovió un poco al principio, pero la aguantamos bien. En Palas de Rei tuvimos que comer en un polideportivo y hacer varias actividades. Unos cuantos fueron al pueblo a ver el fútbol en un bar y otros a tomar café y para terminar unos ejercicios de yoga y relajación para la etapa de mañana, la más dura.





El cuarto día ya tocaba la ruta más larga, pues estábamos
preparados para hacerla. Por suerte y para la ruta larga,
no nos llovió, ni siquiera chispeó lo cual hizo más amena
la ruta. A lo largo de la ruta se hacía más interminable y
a cada momento costaba más y más. Además, era el cumpleaños de un sublime peregrino (Juan). En esta ruta debimos parar a comer una hora y tres cuartos a falta de cuatro kilómetros y medio y luego, en una hora y veinte minutos, la terminamos.
tuvimos tiempo para descansar y echar un partido, escribimos el diario y nos fuimos a dormir.

El quinto día hizo un día soleado por lo que la gente se cansaba antes. Llegamos al albergue, que era el mejor de los que habíamos estado y en donde había muchos peregrinos. Por la tarde tomamos un café en un bar y más tarde se hicieron las entrevistas. En el tiempo del diario algunas personas se emocionaron y se echaron a llorar también la gente se entristecía porque veían que el camino se terminaba.

El sexto día es el ultimo que andamos, llegamos a Santiago todos estábamos muy emocionados, muchos lloraron por la emoción, otros llamaban corriendo a sus familiares. Los sentimientos se expresaban a flor de piel. La gente estaba súper-emocionada y todos veíamos como después de todo el esfuerzo del camino la llegada mereció la pena. Fuimos al colegio de La Salle de Santiago y ahí pudimos comer y dormir. Además nos entregaron la Compostela y la credencial junto con la camiseta del curso.

El séptimo día todos teníamos mucha pena por irnos, pero antes de marchar fuimos a la misa del peregrino dónde hubo además "botafumeiro" y fue muy impresionante.
Ya por la tarde volvimos a Palencia y con mucho cansancio pero con la sensación de que se nos había quedado corto.







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