Primero, hemos empezado aquí, en la capilla del colegio, con un acto para empezar con buen pie, nunca mejor dicho. Nos pusieron la concha las personas que ya habían vivido la experiencia. Después, nos dirigimos hasta Astorga, donde comimos y descansamos hasta llegar a Sarria (Lugo).
El segundo día, nos levantamos a las 6:30, desayunamos y comenzamos a andar, como el resto de días. Teníamos que llegar hasta Portomarín, y, poco a poco, fueron pasando los días por Palas de Rei, Arzúa, Pedrouzo y el tan deseado Santiago de Compostela.
Creemos que si hubieran sido otros profesores la experiencia hubiera cambiado muchísimo, ya que nos han apoyado mucho y si hubieran sido otros tutores hubiera sido mucho más confuso, porque los profesores como Desirée, Roberto, Juanan o Fernando aportaban muchos conocimientos de otros años.
Queremos compartir una anécdota cuando andaba José María con Roberto, cuando tenía el tobillo hinchado, y no podía andar. Roberto le retaba diciéndole que bailara y así se picara y siguiera andando. Cuando llegaron todos, José María se le puso a bailar a Roberto, eso sí, solo con una pierna.
Los días pasaron muy rápido, y ya estamos aquí. Un día después de volver, nos volvimos a reunir en la capilla del colegio para cerrar la actividad que habíamos empezado hace una semana y un día.
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